10 minutos con Jesús: Lo sencillo es lo auténtico
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«Es Jesús quien enseña al hombre qué es el hombre».
«Es Jesús quien enseña al hombre qué es el hombre».
«Somos nosotros los que estamos ciegos o sordos a sus acciones».
Nació el 25 de septiembre de 1644. Hijo de familia humilde venida a menos, subsistieron vendiendo verduras y huevos. Solicitó entrar en el Convento de Dominicos de San Pablo en el año 1661, siendo rechazado en primera instancia por sus orígenes familiares, aunque en el año 1662 fue admitido en el Convento de Scala Coeli de la misma Orden. Predicador de fama y oratoria ardiente, sobresalió por su humildad y caridad. Fundó un hospitalito para desamparados en la Puerta del Rincón. Murió el día 20 de septiembre de 1713. Pío VII lo beatificó solemnemente el 20 de septiembre de 1818.
«Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados».
San Jenaro nació hacia el año 275. Era obispo de Benevento, cerca de Nápoles (Italia), cuando se desató la persecución de Diocleciano. Fue apresado cuando se dirigía a la cárcel a visitar a sus cristianos. Según la tradición fue conducido a Pozzuli y arrojado a las fieras en el anfiteatro, que no le hicieron ningún daño. Finalmente fue decapitado junto con dos diáconos y dos legos, alrededor del año 305.
San José de Cupertino nació en Cupertino (Italia), en un establo porque su familia era muy pobre. Era muy corto de alcances. A los 17 años entró con los franciscanos, pero fue despedido al poco como inútil. Después de un tiempo fue readmitido como oblato para cuidar una mula, aunque se le permitió estudiar. El obispo en persona quiso examinarlo para órdenes. El Santo cogió el Evangelio al azar y salió el único texto que sabía explicar. Desde entonces, los éxtasis y los favores milagrosos, se multiplicaron. Sus últimas palabras fueron para la Virgen: "muestra que eres mi Madre".
«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos».
Nació el año 1542 en Montepulciano, ciudad de la región toscana. Ingresó en la Compañía de Jesús, en Roma, y fue ordenado sacerdote. Sostuvo célebres disputas en defensa de la fe católica y enseñó teología en el Colegio Romano. Fue elegido cardenal y nombrado obispo de Capua. Trabajó en las Congregaciones romanas, contribuyendo con su ayuda a la solución de muchas cuestiones. Murió en Roma el año 1621.
«De lo que rebosa el Corazón habla la boca».
Cornelio fue elegido Papa en 251, y luchó contra la herejía rigorista de Novaciano. Cipriano fue uno de los Obispos que mayor apoyo dio al Papa en esta tarea. Cornelio fue desterrado de Roma por orden de Decio, quien ordenó su muerte por negarse a rendir culto a los dioses romanos.
Cipriano, por su parte, es considerado uno de los escritores africanos más influyentes del siglo III. El César Valeriano le presionó para que apostatara de Cristo y salvara su vida haciendo carrera en el imperio, pero Cipriano afirmó su fe en el Salvador hasta su último suspiro en 258 cuando fue decapitado.
«Haced lo que Él os diga».
«Levantando los ojos al cielo dijo: ¡Effatá!».
Hoy la Iglesia celebra la memoria de Nuestra Señora de los Dolores (Angustias), que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte.
«Sin la cruz no hay glorificación».
Esta fiesta celebra la veneración de las reliquias de la Cruz de Cristo en Jerusalén, tras ser recuperada de manos de los persas por el emperador Heráclito.
Al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, quedó paralizado. El patriarca Zacarías le indicó que aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando cargó la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.
Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas.
«Perder para ganar a Cristo».
«Seamos insistentes en la búsqueda del reino del Dios».
Nació en Antioquía, de padres cristianos, hacia el año 349. Su madre era un modelo de virtud. En el 374 comenzó una vida de anacoreta en las montañas. Su mala salud le forzó a regresar a Antioquía, donde fue ordenado sacerdote ejerciendo, con gran provecho, el ministerio de la predicación. El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una estricta reforma de las costumbres del clero y de los fieles. Esto le procuró grandes enemigos, que lo llevaron dos veces al destierro. Tuvo el consuelo de contar siempre con el apoyo del Papa y llevó todas las tribulaciones con gran valentía y fe. Murió en Comana, en el Ponto, el día 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y escritos, al enriquecimiento de la doctrina cristiana, mereciendo el apelativo de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».
«Orar y esperar como el centinela la aurora».
En la Sagrada Escritura vemos que cuando el Señor elegía a uno para algo extraordinario, lo primero que hacía era darle o cambiarle el nombre, para que ese nuevo nombre que Él le daba correspondiese al altísimo fin para el que le destinaba. El nombre de María iba a resumir la misión de la Santísima Virgen. El Evangelio, que apenas nos habla de Ella, no omite este detalle. Nos dice: “ Y el nombre de la Virgen era María”.
«Que cada día, Jesús, te puedas alegrar de lo que yo pienso».
Nació en el año 473 en Berceo (La Rioja). Decidió dedicarse a la vida contemplativa, por lo que pasó a ser uno de los discípulos del monje Félix, retirado en los montes de Bilibio, cerca de Haro, donde llevó una vida solitaria y penitente. Se sujetó a la disciplina monacal, pero la encontró demasiado holgada y se retiró a la soledad durante 44 años en los montes Distercio, soportando allí las inclemencias del tiempo y la dureza de condiciones del lugar. El obispo de Tarazona, Dídimo le ordenó sacerdote y le puso al cargo de una parroquia. El paso por la parroquia resultó un estruendoso fracaso ya que las tareas administrativas no parecían encajar con su carácter. Decidió volver a su soledad y se retiró al valle de Suso donde transcurrió la última etapa de su vida. Murió el 12 de noviembre del 574.
«Todo nos es lícito, mas no todo nos es conveniente».
Fue el segundo de siete hijos y nació en una modesta familia de labriegos el 3 de febrero de 1857 en los alrededores de Azpeitia, País Vasco. En 1874 entró en el noviciado que los jesuitas españoles, entonces expulsados de España, tenían en Poyanne, sur de Francia. Permaneció 41 años siendo portero de la Universidad de Deusto, Bilbao. Saludaba cariñosamente a los estudiantes, los animaba, daba consejos y confortaba cuando parecía haber malos momentos. A los pobres que venían, conocedores de su bondad, los ayudó con alimentos y también con ropas. Murió el 9 de septiembre de 1929.
Nació el 26 de junio de 1580 en Verdú, Lérida. Entró en la Compañía de Jesús con 19 años en el Noviciado de Tarragona. Estudió la Teología en Bogotá. En Nueva Cartagena, ciudad de Colombia, fue ordenado sacerdote el 20 de Marzo de 1616.En esta ciudad, durante más de cuarenta años consumió su vida con admirable abnegación y eximia caridad para con los esclavos negros, bautizando con su propia mano a casi trescientos mil de ellos.
«Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí».
Fiesta de la Natividad de la bienaventurada Virgen María, de la estirpe de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua servidumbre del pecado.
«Echad vuestras redes para la pesca, ¡Mar Adentro!».
Santa Regina nació en Autun, Francia, de un pagano llamado Clemente. Su madre murió en su nacimiento y su padre la repudió. Luego fue a vivir con una enfermera cristiana que la bautizó. Santa Regina ayudó cuidando a las ovejas. Estaba prometida con el procónsul Olybrius, pero se negó a renunciar a su fe para casarse con él, por lo que fue torturada y decapitada en Alesia, en la diócesis de Autun.
San Clodoaldo nació en el 522, en la localidad de Nogent, territorio de París, también en la Galia. De estirpe regia, siendo solo un niño, asesinaron a su padre y él, junto con sus hermanos, fue educado por su abuela santa Clotilde. Años después, por el ansia de poder, su tío asesinó también a sus hermanos. Él tuvo que huir precipitadamente a Provenza. Siendo joven se hizo clérigo renunciando al reino terreno bajo la dirección y la disciplina de san Severino.
«No te compares».
«Cuantos le tocaban quedaban curados».
Según la tradición, a mediados del siglo XIII, en el corazón de Extremadura, un pastor, recontando el ganado a la hora del encierro, echó de menos una vaca. Partió a buscarla y después de tres días, encontró la vaca muerta pero intacta, respetada por las fieras. Sacó de la vaina un cuchillo y se dispuso a desollarla. Comenzó, según costumbre, haciéndole en el pecho dos incisiones en forma de cruz. Y entonces... El pastor vio a Santa María que le dijo: “Ve a comunicar a los clérigos de Cáceres que en el sitio donde yace tu vaca hay enterrada una gloriosa imagen mía. Quiero la desentierren, le erijan una capilla y le tributen el culto debido, porque mediante ella yo derramaré misericordia”.
«Es Jesús quien sale a nuestro encuentro».
Nació en Skopje en 1910, de padres albaneses. Habiendo viajado como misionera a la India, trabajó muchos años como profesora antes de sentir la “llamada dentro de la llamada” a saciar la sed de amor de Jesús y de salvar las almas, fundando las Misioneras de la Caridad. Experimentó una profunda unión con Jesús en su Pasión y sirvió con alegría a Jesús “bajo la dolorosa semblanza de los más pobres entre los pobres”. Se convirtió en un símbolo internacional del amor de Dios y en una verdadera madre para todos los no amados y los desheredados. Murió el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, donde está enterrada.
Santa Rosalía fue una noble virgen y eremita del siglo XII muy venerada en toda Sicilia y en Palermo (Italia), ciudad de la cual es patrona. Según la tradición de la Iglesia fue una mujer que vivió en soledad, pobreza y penitencia. También se le atribuyen numerosos milagros, especialmente la extinción de la peste que en su época asolaba el condado de Sicilia.
San Marino, cantero en Rimini del siglo IV, tuvo la inspiración de ser eremita. Sobre su tumba, nació la ciudad que lleva su nombre.
San Marcelo, es uno de los mártires de Lyon del año 177. Le mataron por no querer participar en una celebración con ritos paganos.
«En tu palabra, echaré las redes».
Nació en Roma hacia el año 540. Desempeñó primero diversos cargos públicos, y llegó luego a ser prefecto de la Urbe. Más tarde, se dedicó a la vida monástica, fue ordenado diácono y nombrado legado pontificio en Constantinopla. El día 3 de septiembre del año 590 fue elegido papa, cargo que ejerció como verdadero pastor, en su modo de gobernar, en su ayuda a los pobres, en la propagación y consolidación de la fe. Tiene escritas muchas obras sobre teología moral y dogmática. Murió el día 12 de marzo del año 604.
Fue un joven que anduvo entre dos frentes: el de la lucha y la soledad. Había nacido en la parte sur de Francia, en Narbona cuando mediaba el siglo III. En la ciudad de Palermo, Italia, lo ordenaron de sacerdote, debido a su predicación y a sus dotes, entre las cuales se destacaba la santidad de vida personal y su irradiación a los demás. Volvió a Francia a una región en la que reinaba su tío Teodorico, que al enterarse de que su sobrino era cristiano, lo mandó prender y durante siete días no le dio alimento ni bebida. Al morir este, Antolín quedó libre, pero su sucesor Galacio, lo metió de nuevo en la cárcel y mandó que le tiraran al río Aregia.
«Dame una fe como la tuya, madre mía».
Ana comparte en este «Testigos de la esperanza» no solo su conversión, sino su felicidad, y esto a pesar de que le acompaña el sufrimiento de una enfermedad incurable. Pertenece al Camino Neocatecumenal y desde muy pequeña la fe era parte de su vida. El Señor empezó la purificación de su corazón a los dieciséis años. Enferma a partir de esa edad, los médicos no descubrían el mal que estaba acabando con la salud de Ana. En medio de tanto dolor, Ana empezó a dudar de la bondad de Dios. Llegó a pensar que su vida no tenía sentido y entró en una depresión profunda. Una experiencia le permitió volver a creer en la Palabra de Dios, la puso en práctica y el Señor poco a poco fue convirtiendo su vida. Ahora da muchas gracias a Dios y no teme morir, porque el paso de esta vida a la otra es para estar eternamente con Aquel que nos ama de verdad.
«¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?».
Él fue quien guió al pueblo elegido después de Moisés y, junto con Calé, lo hizo entrar en la Tierra Prometida. Nació en Egipto durante la esclavitud de los hebreos, alrededor de 20 años antes del Éxodo. La gran confianza que Josué tenía en Dios, le hizo clamar contra la infidelidad y perfidia de los otros. De su santidad da testimonio la Sagrada Escritura que dice de él que "fue hombre de espíritu, que siempre anduvo en pos del Omnipotente, y en los días de Moisés mostró piedad y no se apartaba del Tabernáculo". Josué murió de ciento diez años y fue sepultado en la ciudad de Tamnasaret. El Martirologio Romano lo menciona así: San Josué, hijo de Nun, siervo del Señor.
«Es posible enfrentar la muerte con alegría».
Nació en Lérida en 1204. El apodo de nonato se explica porque Ramón fue sacado del seno materno cuando su madre ya estaba muerta. Tuvo una tierna devoción a la Virgen e ingresó joven en la Orden de la Merced, dedicada a la redención de cautivos. Fue designado para ir a África a redimir cautivos, por lo que pudo fortalecerles en la fe y consolarles. Cuando faltó la limosna para la redimir cautivos, él se quedó de rehén. Su predicación era tan efectiva con moros y judíos, que lo apalearon, lo encarcelaron y le cerraron los labios con un candado. Cuando en agosto de 1240 se dirigía a Roma, llamado por el Papa, le asaltó la muerte. Como no había quien pudiera administrarle el viático, el mismo Jesús se le dio en comunión.
«El cristiano verdadero no se guía por lo que piensen los demás».
Nació en Francia el 25 de octubre de 1792. Desde pequeña conoció la pobreza, lo que la hizo ayudar al sostenimiento de su hogar. En 1839 se encontró con una pobre anciana a la que llevó a su casa y acostó en su cama. Así comenzó la Congregación de las Hermanitas de los pobres, dedicadas al cuidado de los ancianos más pobres. La beata Juan Jugan veía a los ancianos con una mirada cargada de amor, reconociendo en ellos la persona del Señor. Murió el 29 de agosto de 1879.
«Haznos, Señor, dignos de tanta entrega».
San Juan es el único santo de quien la Iglesia conmemora el nacimiento y la muerte.Juan Bautista, el Precursor del Señor, era hijo de Santa Isabel y Zacarías. Nació de forma milagrosa, pues sus padres eran ya mayores cuando fue engendrado. Al recibir la visita del Señor en el seno de la Santísima Virgen, Juan saltó de gozo en el seno de Santa Isabel.Pasó años en el desierto en una vida de oración y penitencia.Juan Bautista era un gran profeta, que denunció con valentía el adulterio e incesto de Herodes con su cuñada Herodías,lo que le costó el martirio.
«Su misericordia es mayor que nuestros pecados».
Nació en Tagaste (África) el año 354; después de una juventud algo desviada doctrinal y moralmente, se convirtió, estando en Milán, y el año 387 fue bautizado por el obispo Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó una vida dedicada al ascetismo, y fue elegido obispo de Hipona. Durante treinta y cuatro años, en que ejerció este ministerio, fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, con los que contribuyó en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana contra los errores doctrinales de su tiempo. Murió el año 430
«Seamos Evangelios vivientes para nuestros prójimos».
Nació en Tagaste (África) el año 331, de familia cristiana. Muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, del que tuvo varios hijos, entre ellos San Agustín, cuya conversión le costó muchas lágrimas y oraciones. Patricio era pagano y de temperamento muy violento. Su ejemplo y su conducta ejercieron tal influencia sobre él que finalmente se convirtió al cristianismo. Sta. Mónica fue un modelo de madre; alimentó su fe con la oración y la embelleció con sus virtudes.
«Del deseo de ser alabado, líbrame Señor».
Nacida en Aitona (Lérida) el 9 de enero de 1843, de padres profundamente cristianos. En la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fue Superiora General desde los primeros días hasta su muerte, ocurrida en Liria (Valencia), el 26 de agosto de 1897, después de una vida de sacrificios heroicos al servicio de los ancianos desamparados. Fue canonizada por su santidad Pablo VI el día 27 de enero de 1974.
«Para cuando llegue el día del juicio final podamos verte cara a cara».
Es uno de los doce apóstoles. Nació en Caná; el apóstol Felipe lo llevó a Jesús. Fue quién dijo: ¿de Nazaret puede salir algo bueno? Pero cuando se encontró con el Señor, le confesó como Hijo de Dios. Según la tradición, después de la ascensión del Señor predicó el Evangelio en la India, donde recibió la corona del martirio.
«El amor a Jesús es el auténtico premio, el tesoro escondido».
«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».
Nació en Lima (Perú) el año 1586; cuando vivía en su casa se dedicó ya a una vida de piedad y de virtud, y cuando vistió el hábito de la tercera Orden de santo Domingo hizo grandes progresos en el camino de la penitencia y de la contemplación mística. Murió el día 24 de agosto del año 1617.
«Nuestra Madre, La Reina».
Dña. María Solano Altaba, decana de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo, concluye este bloque dedicado a «Recuperar lo que somos», es decir, recuperar la esencia de la familia, hablando acerca de «Los beneficios de la familia para la sociedad». Expondrá también las consecuencias, por supuesto negativas, que se producirían de conseguir suprimir definitivamente esta institución. Es en la familia donde el hombre aprende los valores fundamentales para construir su propia vida. Si estos desaparecen, ¿dónde encontrarán su referencia los niños? ¿Cómo será la sociedad que formen en el futuro? Este es un tema que nos incumbe a todos, por lo tanto, no podemos dejar que el seno familiar sea destruido.
Esta fiesta de la Stma. Virgen, fue establecida por el Papa Pío XII en noviembre de 1954. Se celebra en la octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su Asunción a los cielos. El pueblo cristiano siempre reconoció la realeza de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores". Ojalá María sea siempre la Reina de nuestras familias y de nuestro corazón.
«Seamos enamorados apasionados de Dios y no solo cumplidores».
Como cristianos, tenemos la obligación de dar testimonio del Evangelio de la Vida a todas las personas a nuestro alrededor. Dña. María José Mansilla, fundadora y presidenta de la Asociación Spei Mater, insiste además que, para poder dar ese testimonio, es necesario formarse en la doctrina de la Iglesia acerca de temas como la sexualidad, la afectividad y la vida y la dignidad de la persona. El testimonio de cada uno es imprescindible para salvar vidas y almas de las mentiras propagadas por la cultura de la muerte.
Nació en Riese, Italia en 1835 en el seno de una familia humilde, siendo el segundo de diez hijos. Experimentó la vocación sacerdotal a muy corta edad. Fue ordenado sacerdote el 18 de septiembre de 1858. El año 1903 fue elegido Papa. Adoptó como lema de su pontificado: “Restaurar todas las cosas en Cristo”, consigna por la que trabajó intensamente con sencillez de espíritu, pobreza y fortaleza. Luchó contra los errores doctrinales que se infiltraban en la Iglesia. Murió el 20 de agosto de 1914.
«Nadie conoce el día ni la hora. Que el Señor encuentre nuestras almas en gracia».
La Hna. Lucía creció en una familia humilde de Ecuador. Fueron sus abuelos los que le empezaron a enseñar cosas sobre Dios, por lo que desde pequeña tuvo fe. A los 12 años, gracias a su madre, tendrá una experiencia personal de Dios. Los estudios harán que deje a un lado al Señor y lo que Él quería de ella: que fuese religiosa. Descubre en «Cambio de Agujas» cómo gracias a un vídeo en youtube Lucía toma fuerzas para rechazar una beca en Grecia y seguir el llamamiento del Señor.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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