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El purgatorio
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Puede que no podamos comprenderlo del todo, pero la existencia del purgatorio es una muestra de la misericordia infinita de Dios, que nos ofrece la posibilidad de purificar lo que todavía necesitemos para poder entrar en el Cielo. Con todo, a pesar del sufrimiento, las almas del Purgatorio tienen la certeza de estar salvadas, mientras que nosotros —peregrinos todavía— tenemos posibilidades de alejarnos de Dios. Este programa va a darnos mucha luz para comprender estás cuestiones. Además nos ofrece útiles informaciones sobre lo que son las indulgencia y cómo alcanzarlas.
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La Iglesia, como administradora de los dones de la redención, distribuye y aplica con autoridad las gracias por la mediación que Jesucristo le ha concedido a través de las indulgencias.
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La mejor obra que puede ofrecerse por las almas del purgatorio es la santa misa, por su valor infinito. Después, estas almas, cuando están en el cielo, se constituyen en abogadas de aquellas que intercedieron por ellas ofreciendo misas, para que también ellas lleguen a gozar en la gloria de Dios.
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La santa misa es la obra de sufragio más eficaz, aquella con la se da mayor gloria a Dios si se vive con devoción. El ofrecimiento del sacrificio de Jesús mitiga la acción del fuego abrasador del purgatorio.
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En este programa se hace una oración especial por las benditas almas del purgatorio, pidiendo misericordia al Señor.
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Existen tres obras de sufragio por las almas del purgatorio con gran efecto: la oración, la santa misa y las indulgencias. En este programa nos centraremos en la oración, a través de la cual se liberan de sus pecados. Podemos rezar por ellos el oficio de los difuntos, el salmo cincuenta, el viacrucis o el rosario, añadiendo también la confesión y la comunión. No debemos olvidarnos de las almas del purgatorio, pues esperan nuestra oración y quizás un día nosotros también las necesitemos para estar junto al Señor y la Santísima Virgen.
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