Compartiendo a Jesucristo: El celo de tu casa me devora
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«Quitad eso de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en un mercado.»
«Quitad eso de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en un mercado.»
Para poder ver a Jesucristo es necesario que su palabra se afiance en nosotros.
El P. Christopher Hartley, en esta reflexión de «Palabras de vida desde la misión», dice que el Señor nos llama a una entrega total en esta vida sin buscar ninguna recompensa para poder ser recompensados en la vida eterna. También nos exhorta a que miremos a Jesús que, siendo Dios, se hizo el más humilde de los hombres, hasta el punto de morir en una cruz por salvarte a ti.
«Hay cristianos muriendo por su fe. Hay que decirlo». Así se expresa el P. Roger Kologo, sacerdote de Burkina Faso. El P. Roger nos adentra en la realidad de este país y en la situación de opresión y clara persecución contra los cristianos, agravada en los últimos años a consecuencia de la radicalización islámica. La realidad es que la población cristiana sufre continuos y desgarradores ataques. Únete a los que testimonian a Cristo a través de su vida y su muerte en «Tras las huellas del Nazareno».
«El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
«El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.»
El servicio es una clase de amor que podemos poner en práctica esta Cuaresma.
A pesar de su juventud, Juan Pablo Maya conoce a fondo la Nueva Era. Probó prácticamente todas sus disciplinas: brujos, lectura de auras, salidas de su cuerpo... Llegaba a pasar diecisiete horas diarias jugando a videojuegos, entregado a fiestas, alcohol, drogas... hasta que la depresión le pone al borde del suicidio. Está totalmente alejado de Dios, pero su madre le obliga a ir a un retiro al que asiste para conectarse con «los elementales». Allí encuentra al Señor y, con Él, la Verdad y el sentido de su vida. Descubre toda su historia en «Cambio de Agujas».
San Juan Pablo II señala que los cuidados paliativos están destinados a hacer más soportable el sufrimiento en la fase final de la vida del enfermo y, al mismo tiempo, asegurar al paciente un adecuado acompañamiento humano. Ana María Tordable, enfermera de cuidados paliativos, nos explica de qué manera esta rama de la enfermería brinda acompañamiento a los pacientes en las últimas etapas de su vida.
Con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros.
Qué importa padecer un poco en este mundo, si luego el cielo es para siempre, para siempre, para siempre.
«¡Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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