Compartiendo a Jesucristo: «Recogieron doce cestos»
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«Cuando la gente vio aquel signo, exclamó: Este hombre tiene que ser el profeta que debía venir al mundo».
«Cuando la gente vio aquel signo, exclamó: Este hombre tiene que ser el profeta que debía venir al mundo».
En este último programa del bloque «Ética de la virtud en la era tecnocientífica», D. Alfredo Marcos —catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Valladolid— y Albert Cortina dirigen una mirada llena de esperanza al futuro, mientras se preguntan: ¿Es verdaderamente importante la adquisición de virtudes? En el fondo del corazón del hombre se halla el deseo de ser bueno, de llegar a vivir y experimentar la justicia, pero todo esto solo es posible realizando acciones tales que podamos ir perfeccionándonos en las virtudes. Por eso es importante comprender que la virtud no se educa para sí misma, sino que mira hacia arriba, no se queda en mera filantropía. Y por la importancia que tiene en la formación del ser humano es necesario ir formando a los niños y jóvenes en la adquisición y práctica de las virtudes para enfrentarse a un mundo de constantes cambios.
«En perspectiva» completa la entrevista que ya empezó en el anterior encuentro a Estanislao Pery, padre de la Hna. Belén de la Cruz y coautor del libro «Belén, Carmelita Descalza. Nuestra hija», escrito junto con su esposa, María Osborne. La vida de la Hna. Belén tocaba tanto a los que trataban con ella que muchas de sus cartas fueron guardadas como grandes tesoros. Gracias a eso hoy se pueden leer en el libro escrito por sus padres, que incluye además un capítulo acerca de irradiación espiritual; el relato de su enfermedad, contado con sus propias palabras; consejos a sus novicias... La Hna. Belén realmente abrazó la cruz mediante el cáncer que tanto la santificó y la llevó a descubrir, en el silencio de la vida carmelitana, la voz y la cercanía de Dios que ella llegó a transmitir a los que la trataron.
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«Os infundiré un Espíritu nuevo, para caminar en presencia de Dios».
«El que acepta su testimonio, reconoce que Dios dice la verdad, por que cuando habla aquel a quién Dios ha enviado, es Dios mismo quien habla, ya que Dios le ha comunicado plenamente su Espíritu».
«Frente a mi afán calculador, te desbordas en generosidad».
El P. Luis Sánchez Navarro, DCJM, catedrático de Nuevo Testamento en la Universidad Eclesiástica de San Dámaso (Madrid, España), explica en este programa que, al comer Adán y Eva del fruto prohibido, ciertamente se les abrieron los ojos, pero para darse cuenta de que habían perdido la gracia. A partir de este momento, pruebas y dificultades amenazan la unión entre el hombre y la mujer. Pero el Señor intenta purificar y renovar su relación para que vuelva a ser lo que «era en un principio».
Para más información sobre este tema, consultar: «Retorno al principio. La revelación del amor en la Sagrada Escritura».
«La felicidad donde no se espera».
El educador y autor Juan Miguel Peiro Alba llega al capítulo cuarto de este bloque temático dedicado a «Evangelizando la enseñanza». Explica varias parábolas del Evangelio de San Lucas que pueden aplicarse de manera especial a los educadores, sobre todo cuando trabajan con los niños más débiles. El estudio de las parábolas lleva a la imitación de Jesús, para poder realizar el «Decir lo que vivimos, vivir lo que decimos».
«Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».
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«No podemos separar el amor de la verdad».
Santa Teresa era priora en el monasterio de la Encarnación, en Ávila, pero el Señor le mandó seguir fundando y ella le obedeció. En el séptimo programa de este bloque de Marcando el Norte sobre «Santa Teresa de Jesús», el P. Rafael Pascual Elías, Carmelita Descalzo y experto en Santa Teresa de Jesús, relata cómo nuestra santa, a pesar de las dificultades, confiando en el Señor, se deja guiar por la providencia y continúa las fundaciones. Desde Segovia a Beas de Segura, de Sevilla y de allí a Caravaca de la Cruz, allí donde le manda el Señor, ella va. Además de las fundaciones, el Señor le pide, a través de sus directores, que escriba. Es por aquel entonces que escribe una obra que habla del alma comparándola a un castillo interior: Las Moradas.
Cristina Fernández Girón es una niña de once años. Su cariño y confianza por Nuestra Madre del Cielo nació en el seno de su propia familia, en la que es la pequeña de cuatro hermanas. Cristina conserva el recuerdo de rezar el rosario en casa siendo ella muy pequeña, antes incluso de saber recitar las oraciones. A sus once años explica que el rosario para ella «es cogerle el dedo a la Virgen».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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