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"El sacerdote" te quiere ayudar a comprender la grandeza del ministerio que Dios ha confiado a algunos hombres que Él mismo ha elegido, para prolongar su misión en el mundo.
"El mismo Señor, para que los fieles se fundieran en un solo cuerpo [...], entre ellos constituyó a algunos ministros, para ofrecer el sacrificio y perdonar los pecados, y desempeñar públicamente, en nombre de Cristo, la función sacerdotal en favor de los hombres" (Presbyterorum Ordinis, nº 2).

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En este programa Don Valentín profundiza en el misterio de amor que se encuentra en la vida del sacerdote. Nos enseña que el celibato no es una renuncia al amor, sino la apertura del corazón a un amor más grande, un amor divino. Por eso el que vive sólo de Dios vive una vida plena y de esponsalidad con Jesucristo que le impulsa a dar de este amor a todos los hombres.

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Por ellos me entrego 4/8

El P. Enrique Santayana nos habla sobre la imagen bíblica del rey-pastor que es figurado en el Rey David del antiguo testamento y la cual Cristo aplica a sí mismo, manifestando que Él es el Mesías esperado. El padre Enrique profundiza en cómo mediante la participación del sacerdote en la celebración de la Eucaristía, él es llevado a una mayor identificación con Cristo, el Buen Pastor que «da la vida por sus ovejas» (Jn 10, 15).

Unido con Cristo en el misterio 3/8

En este programa de «El Sacerdote», el P. Enrique Santayana, sacerdote de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, nos habla sobre la acción de Jesucristo en el alma del hombre ordenado sacerdote. Comparándolo con el sacramento del bautismo, nos explica cómo al que recibe el sacramento del orden se le graba en el alma un sello, una marca indeleble que le hace ser sacerdote para siempre. Además, profundiza en el hecho de que Cristo une al sacerdote a sí mismo de tal modo que el sacerdote ha de dejar atrás su propio yo para así poder seguir el camino que Cristo le muestra.

Un corazón habla a otro corazón 2/8

El P. Enrique Santayana describe la llamada de Cristo al sacerdocio como una fascinación que siente el alma de un hombre por Cristo mismo. La voz de Cristo se oye en lo interior, es un Corazón que habla al corazón del hombre. Su llamada requiere una respuesta total del hombre. Es una invitación a la amistad con Cristo, a dejarlo todo para seguirle y para estar con Él. Siendo amigo de Cristo el sacerdote llega a ser Otro Ego de Cristo en esta intimidad, es configurado en el Orden.

 

El marco de la obra divina 1/8

El P. Enrique Santayana, C.O., abre este bloque de «El Sacerdote», hablando sobre la importancia de entender cuál es el lugar que tiene el sacerdocio en el marco de la obra de Dios. Toda la obra de la salvación tiene sentido solo cuando miramos a la Eucaristía. Sin sacerdotes, no hay Eucaristía y por eso estos dos misterios están íntimamente vinculados. Para entender mejor el P. Enrique pone de ejemplo al Santo Cura de Ars que era un hombre que se humillaba delante de Dios reconociendo su nada, pero al mismo tiempo reconocía que su sacerdocio era un don inestimable para su pueblo. Si la Eucaristía es necesaria para el mundo entero, significa que el sacerdocio es también necesario.

Ella siempre está allí como Madre

«Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio». (Jn 19, 17) En este programa de «El Sacerdote», el P. David Howell, sacerdote diocesano de Southwark (Inglaterra), trae a la memoria este momento fundamental de la Pasión de Cristo para mostrarnos que realmente el sacerdote tiene una madre que siempre está allí para interceder por sus hijos. María está presente en cada momento de la vida de sus hijos; a veces discretamente, pero está. Aun en los momentos de gozo, de alegría, de sufrimiento y en los momentos que parece que no hay nadie, Ella siempre está allí como Madre. También el P. David anima a que el sacerdote acuda a Ella, porque es su madre y Ella le puede ayudar a ser padre para las almas.

 

Un puente entre Jesús y las almas

A algunos les pueden surgir muchas preguntas con respecto al sacramento de la confesión: ¿Por qué tengo que confesarme? ¿Por qué no vale que yo cuente mis pecados directamente a Dios? ¿Cuál es el motivo por el cual Jesús ha instituido la confesión? En este programa de «El Sacerdote», el P. David Howell, sacerdote diocesano de Southwark (Inglaterra), responde a todas estas preguntas y más. Usando la parábola del hijo pródigo, nos acerca a la figura de Cristo misericordioso, que está con sus brazos abiertos en la cruz deseando escucharnos y perdonarnos. Jesús ya conoce nuestros pecados, pero sabe que necesitamos ponerlos en palabras, para poder así liberarnos de ellos entregándoselos a Él. El P. David experimenta este sacramento como un regalo inmenso que él, como sacerdote, puede ofrecer a las almas.

  • D. Alberto Morante —sacerdote diocesano de Alcalá de Henares (Madrid, España)— fue ordenado presbítero el 18 de mayo de 2002. Nos cuenta cómo vivió el día de su ordenación, qué fue lo que más le impresionó de esa ceremonia en la que entró como diácono y salió como sacerdote. Recuerda a todos los seminaristas y matrimonios que el día en que reciben el sacramento del matrimonio y del orden sacerdotal, deben vivirlo intensamente, porque es el cimiento de todo lo que se va a construir después. «Yo caeré, yo me cansaré, pero Él no. Él permanece fiel».

     

     

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